sábado, 17 de abril de 2010

Opinión e Información

A raíz de los últimos escándalos con que la política, judicatura y clase empresarial española nos recuerda todo lo que nos falta por crecer como sociedad avanzada y justa, he creído conveniente traer el tema de la opinión en los Medios de Comunicación. Es precisamente en estos tiempos revueltos de "Gürteles", "Garzones" y otros escandalillos rebuscados a modo de contramedidas, cuando los editoriales se inflan y se apasionan como los gritos antes de la pelea. Pero, ¿es necesaria la línea editorial?


Si. Es necesaria y honesta su publicación. Argumento. La línea editorial de un periódico o de cualquier otro Medio "debería" objetivar el enfoque de la noticia. Poner las cartas sobre la mesa, vamos. Por esto creo que debe ir siempre al principio, para expresar la ideología que va a guiar dicho enfoque.

¿Corre la Opinión en contra de la Objetividad? No. Uno puede saltarse el editorial si no le interesa, pero ya va avisado sobre el criterio jerárquico en la seleccción de la información. Ser objetivo, según el diccionario RAE, es ser desapasionado y desinteresado. Por lo tanto es obvio que se puede opinar desapasionada y desinteresadamente. La pasión tendería a imponer las ideas propias y a desautorizar las ajenas. El interés, en último caso, llevaría a la mentira. La opinión es sinceridad y respeto. Así si. El que avisa no es traidor. Opinar es debatir, por lo tanto, escuchar, ya sea para rebatir o para asumir. Debatir es aprender, pues nos enriquecemos con las experiencias y sentimientos de otros. Las opiniones nunca deberían ser inmutables. ¡Qué equivocados están los que nunca se arrepienten de nada!

Pero cuando la opinión es perversa, se convierte en manipulación. Si la opinión es apasionada, interesada o adoctrinadora, ya se está pervirtiendo, especialmente en la función informativa. Así se destruye la única opinión admisible en los Medios de Comunicación: la objetiva. Cuando el objetivo o interés por el cuál se expresa esa opinión es influir en el receptor, la verdad de esa opinión es más que cuestionable.




En una sociedad de consumo como la que vivimos, dónde la Información termina por convertirse en un producto más, óscuros intereses económicos y/o políticos disfrazan de opinión lo que es una suerte de doctrina vital: "Piensa esto; haz esto; compra esto" Esto es mentir y adocenar. Desgraciadamente, no creo que existan medios gobernados por hombres libres (conservadores o progresistas, me da igual). Al contrario, suelen ser poderosos lobbys los que pueden asumir la falta de rentabilidad de la gran mayoría de los medios a cambio de poder influir sobre el ciudadano-consumidor.


Siento no descubrir nada nuevo, pero hoy día sigue siendo necesario luchar contra la anestesia del criterio personal, por el progreso y la libertad.

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