lunes, 27 de octubre de 2008

El Mundo a través del visor

Ayer estuve en el fútbol. El encuentro enfrentaba al Real Madrid y Athletic de Bilbao. Yo, desde el césped, tras los paneles de publicidad, tenía que captar otra perspectiva distinta, más subjetiva del encuentro. ¡Vano intento! A lo más que puedes llegar es a recolectar un catálogo de gestos y reacciones del equipo que te interesa, de ahí la subjetividad , pero si te dicen que sigas el balón, éste manda. Es una regla de oro de las retransmisiones deportivas que la pelota no debe salir del cuadro; el " fuera de campo " no es un recurso en TV. Podríamos decir que es el balón el verdadero y último narrador del programa. Esta premisa se hace mucho más evidente cuando eres tú el que graba o encuadra. La pelota se convierte entonces en esa partícula elemental y ansiada que armoniza las leyes físicas del " juego retransmitido ". Es necesario recordar que no es lo mismo un partido de fútbol que la retransmisión del mismo. Fijas tu mirada, tu atención en ese recorte de la realidad que es el visor y vas generando un lienzo dónde el pincel es el balón. A los diez minutos te abstraes de la realidad para vivir una alternativa, fruto del punto de vista y de la selección del tiempo y de las acciones. Esta experiencia derriba el axioma, afortunadamente siempre en cuestión en nuestra sociedad post-postmoderna, de que la TV muestra la realidad. No. La televisión, como el Cine o cualquier otra forma de expresión, crea una realidad distinta a la de cada uno de nosotros. Grabar el partido a pie de césped y volver a tu casa para ver el resumen y así enterarte de lo que ha pasado es mucho más definitivo que la manzana de Newton.

jueves, 23 de octubre de 2008

El ministro Corbacho, un tipo chapado a la antigua

Esta mañana, sobrepasado el mediodía y por tanto amenazando la hora del informativo, el ministro Celestino Corbacho ha inaugurado un nuevo formato de rueda de prensa: responder en bloque a todas las preguntas formuladas previamente. Si, supongo que no es la primera vez, pero seguramente las rarísimas ocasiones en las que se haya dado tal método habrán sido fruto de la premura de tiempo. Como participante he de decir que me ha chocado bastante y me ha parecido poco limpio. Efectivamente se gana tiempo, pero a base de evitar la frecuente aclaración de la pregunta y, por ende, la insistencia en responder a lo preguntado y no a lo que le de la gana al ministro de turno. Yo a eso lo llamo "asegurar la vía de escape". También me ha sorprendido no escuchar apenas reacciones entre los periodistas,sólo algún tímido "¿pero esto es siempre así?"
Tema aparte es la precariedad laboral que abunda en una profesión que, aún a pesar de sus vicios, es una mínima garantía de transparencia. Charlando con compañeros ya asentados en la profesión, hemos coincidido todos en llevar bastantes años contratados por obra, lo que en informativos es incoherente, pues nunca acaban (2 cámaras y una periodista).
A ver cuando cuento algo gracioso....
¡Joder! Pues me acabo de acordar de que el otro día, en el Congreso de los diputados, a punto de entrar en directo, se acercó un tío con pinta de beodo y quería enseñar a cámara un folleto de un burdel de Chueca, decía: " ¡el único de Chueca! ¡Enséñalo, que es mío! " Pasamos de él y se fue a dar la brasa al policía de la entrada.