domingo, 23 de mayo de 2021

El Shock

        

Y ahora estamos así; quietos aunque trabajemos, maniatados en una libertad que siempre ha sido ficticia, no sólo por imposición de un virus global. Hacemos la peor televisión seguramente desde su inicio allá por el lejanísimo 1927. Grabamos a periodistas que dicen lo que han dicho otros. Y en este caso, Los Otros son políticos o profesionales de la difusión de contenidos. Es difícil hacer información o periodismo en imágenes cuando no puedes apenas moverte o interaccionar con personas e instituciones. Pero tengo una sensación de que muchos, tanto en los medios como en la política, ven este paréntesis como una época dorada para distribuir sus "contenidos" y evitar lo inevitable, que la exhaustiva búsqueda de una verdad democrática, legal se apaga y empequeñece en unos Medios cada vez más volcados en la comercialización de productos y la monetización de los contenidos. 

    La amenaza inmediata de esta pandemia en la televisión es que se convierta en su principal competidor: las redes sociales. La falta de profesionalidad y criterio técnico se extienden como un cáncer en los distintos programas e Informativos. El peligro es que la excepción se convierta en regla y sé a ciencia cierta que la posibilidad está sobre las mesas de muchos jefes de las cadenas. Abaratar costes convirtiendo la tv en lo que no es, sólo acelerará su final. 

 
 ¿Se quedarán las ruedas de prensa con acceso restringido o sin periodistas? ¿Las declaraciones sin preguntas tan habituales ya? Y por otro lado, ¿dejarán los Medios de fabricar sus propios "expertos" e interpretaciones de los hechos y sacarán sus profesionales a la calle a buscar a los protagonistas de esos hechos? La "blitzkrieg" de los editoriales contra las crónicas, de la interpretación contra la información ha sido inmisericorde. Aparte del daño social, no creo que el beneficio empresarial compense, si es que lo hay, pues la televisión sigue perdiendo espectadores, especialmente entre los jóvenes. Así que se construye una doble mentira: se prescinde de la sofisticación y profesionalismo técnico para imitar una realidad muy cuestionable, la de las redes sociales; mientras se emplea esa técnica chapuceramente para situar a portavoces de la línea editorial, en vez de acceder directamente a las fuentes de esa realidad. Un "busto parlante" te presenta a otro "busto parlante" para decirte lo que han oído a los protagonistas (muchas veces también portavoces a su vez) que cada vez salen menos.

    Los hechos, los protagonistas, los procesos han dejado paso a los narradores. Todo son "relatos" y lo importante es el relator.


     Y este siniestro interés se ha fortalecido con esta pandemia y sus restricciones. Atentos a lo que se fue para no volver







viernes, 27 de septiembre de 2019

La frustración

La Información, el Periodismo o los Medios, como lo quieras llamar, no es una actividad como otra cualquiera. Desde el primer momento que pisas la calle con un micro o una cámara puedes sentir la responsabilidad que implica informar a la sociedad... y la frustración.
El reportero convive día a día con el reproche generalizado, a pesar de que se mantenga la atracción por la cámaras. El feedback cada vez es mayor, ya sea por las redes sociales y la interacción constante e inmediata que posibilitan, ya porque los medios, soportes y gargantas se han incrementado exponencialmente. Es habitual encontrar en una ciudad grande reporteros grabando y entrevistando, por lo tanto existe una familiaridad algo siniestra de la gente con los Medios. El diálogo se produce prácticamente todos los días. Sigue sorprendiéndome la confianza con que muchos viandantes se acercan a preguntarte QUÉ haces o sencillamente a darte su opinión sobre los temas que tratan a diario los informadores. En un mundo ideal, con un periodismo sano y al servicio de la sociedad, esto estaría muy bien. Sería una fuente de información y una forma de saber qué temas interesan a las personas. Pero la realidad es que los temas ya están decididos. No hay bondad. La INFORMACIÓN desgraciadamente es también un elemento de control social. Saber marcar y dirigir las preocupaciones de millones de votantes, consumidores y trabajadores es una garantía de estabilidad... Pero no de progreso. Las tiranías más eficaces empiezan por ahí.
Por tanto, llega la FRUSTRACIÓN. Es paradójico que trabajando en la calle se te acerque un vecino y te pregunte "¿QUÉ PASA?" Estamos en el mismo sitio al mismo tiempo y percibimos nuestro alrededor con los mismos sentidos. Lo que esté pasando también debería ser evidente para él. Pero los ciudadanos delegamos. Los reporteros salimos a continuar relatos. No hablo de mentiras, es algo más sólido que un castillo de naipes. Simplemente hay verdades que no se cuentan o que no disfrutan del privilegio de un titular o una portada. Como en el supermercado, los estantes más destacados y los precios más grandes casi nunca son las mejores ofertas.
Así que también para aquellos que insultan e incluso agreden a periodistas, sabed que la frustración es mutua. El reportero es consciente de su incapacidad para generar noticias por la mera observación. Se cumplen encargos, mal que le pese a muchos compañeros. No puedo contar la cantidad de veces que alguien se ha acercado a mi con documentos e historias terribles, injustas o escandalosas. La respuesta suele ser automática: yo no decido.  [ Evidentemente hay mucha gente "extraña" que se acerca con problemas demasiado personales para hacer causa común; cuando no directamente zumbados, que también los hay y que sienten especial atracción por las cámaras]
En estos días, camino del Congreso a seguir la actualidad política, algo que es más de rechazo que de interés general, observo las tiendas de campaña que aumentan día a día y que reclaman atención y una solución para la gente sin hogar. Los Medios apenas lo tratan, al igual que en el punto álgido de la crisis económica no se habló de los suicidios debidos a ella. Podemos decir que el "interés general" es una falacia, como la "opinión pública".
De tal forma que la frustración la mitigo convenciéndome de que trabajo en una industria como otra cualquiera. Un negocio amparado por un derecho fundamental. La vivienda también... Sólo puedo disculparme por no grabar los problemas o reivindicaciones que nos encontramos por la calle, pero hacerlo sería engañarles porque sé que aún así no saldrían. Quién decide eso y porqué sería objeto de un análisis mucho más profundo que éste. Hay autores como Noam Chomsky o nuestro Josep Ramoneda que lo hacen con certera agudeza. Algunos los tildan de comunistas o radicales; significativo.
Mi pequeña aportación es la sensación de que muchas veces miramos para otro lado mientras generamos un "ruido informativo" que se retroalimenta y cuya bondad social es más que dudosa.


domingo, 8 de marzo de 2015

Comunicación - Información - Conocimiento

A pesar de que cada día más periodistas o informadores se pasan al bando de la Comunicación corporativa, INFORMACIÓN y COMUNICACIÓN no son lo mismo. El CONOCIMIENTO (a la larga, la Cultura) es el objetivo a conseguir con la gestión de ambos conceptos.

Empecemos con la Comunicación. Me acabo de referir a la corporativa o gestión positiva de la imagen de marca y su presencia en la sociedad. Pero es la Teoría clásica de la Comunicación o cómo se producen los intercambios de información por dónde quiero empezar. Si quisiéramos establecer una jerarquía podría ser ésta:



CONOCIMIENTO

v   v   v


INFORMACIÓN


v  v  v


COMUNICACIÓN




¿Es este esquema inmutable? Por supuesto que no; como casi nada. En la Sociedad de la Información el avance tecnológico y su éxito comercial, están provocando importantes tensiones de cambio social. La teoría clásica de la Comunicación, con su emisor, receptor, canal y mensaje, se desintegra en el marasmo multilateral de los hipervínculos, la World Wide Web. Antes la Comunicación podía describirse mediante una línea o un grupo de ellas que convergían en uno de los extremos, normalmente, el del emisor. En la actualidad, aparte de ir perdiendo la noción y dimensión del sistema, esa "tela de araña", esa web, es el dibujo que más se asemeja. El diagrama se complica y la jerarquía de sus puntos clave se pierde. Podríamos hablar de una democratización inducida por la tecnología. Se equiparan las capacidades del emisor y del receptor, es más, el "feedback" ha pasado de ser un elemento importante del sistema a ser la sustancia del mismo. Pasamos de una difusión discursiva a una conversacional. Del cronista / locutor / presentador de los decadentes "Mass Media" a la interacción múltiple de los perfiles en la redes sociales.

Hoy día la expresión " medios de comunicación" pierde fuerza, cualquiera podemos serlo: blogueros, tuiteros, foreros... Ahora son esos Mass Media los que siguen a particulares para generar su propia información.



Tiempos de Cambio_.

Es evidente que ya vivimos una "Post- sociedad de la Información" por tanto. Algunos autores equiparan el concepto "Sociedad de la Información" con el de "Sociedad del Conocimiento". Otros tienden más a concebir la segunda como una etapa a continuación de la primera, lo que me parece más correcto. Cuando la Información es recogida, procesada y difundida se convierte en Conocimiento. Por ejemplo, hoy la Televisión comienza a desaparecer de algunos hogares y la saturación de emisores produce una redundancia excesiva ("Ruido") Actualmente se busca más el acceso a las bases de conocimiento, a una Información que no va a ser re-elaborada, ni re-interpretada, salvo por la propia subjetividad del que acceda. Los soportes físicos dejan de ser importantes; algunos mueren, como el papel. Cada uno de nosotros elige el soporte con el que compartir e intercambiar ese conocimiento. Todo se vuelve más inmaterial. Como en una película de ciencia-ficción, pasaremos de "la Nube" a un "Ente"; y quién sabe si con conciencia en un futuro.

La Información y su acumulación en bases de Conocimiento están inclinando la influencia de los referentes ideológicos hacia personajes más genéricos y anónimos, en vez de los tradicionales líderes mediáticos. Parece que por ahora la sociedad demanda todavía líderes, políticos, mediáticos, intelectuales o deportivos. Pero esos liderazgos cambian más rápidamente y abarcan más capas y sectores sociales. Ésta ha crecido educativamente, en conocimiento, y su capacidad de análisis y su criterio se han multiplicado. Se valora más la experiencia y la información aportada que la oratoria. Surgen las tensiones sociales por parte del status quo tradicional hacia el acceso incontrolado y casi universal a lo que se considera en muchos casos una fuente de riqueza. Todos los intentos de control y censura del libre intercambio de información y opinión que vemos a diario en prácticamente todo el mundo son evidentes y prueba de lo que digo.



Mundos Paralelos_.

Tenemos pues un sistema de comunicación que posibilita el intercambio de información para acumular conocimiento.

Antes podía representarse con un diagrama piramidal en cuya cúspide se situaban líderes políticos, religiosos o militares (histórica y principalmente) sobre una base receptora pasiva, que eran los ciudadanos. Ahora, el diagrama se ha complicado. Más bien deberían ser subconjuntos agrupados en otro mayor. Se me ocurre un paralelismo con la evolución de la Física: Hemos pasado de la Física clásica de Newton, fundamentalmente, la elegante y limpia Teoría de la Gravedad, de resultados constatables en cualquier circunstancia, al tortuoso mundo de la Fïsica Cuántica, dónde la simultaneidad y la interacción en todas direcciones pueden llegar a verse afectadas por la presencia de un observador. En nuestra Sociedad del Conocimiento los elementos que no participan del intercambio de información son excepcionales o marginados. El criterio desarrollado por el acceso cada vez más generalizado a ese Conocimiento provoca desconfianzas respecto a la procedencia de la Información. Se ha perdido la inocencia respecto a que la verdad sea patrimonio de ciertos "emisores", incluso, a que la búsqueda de la verdad sea un objetivo en sí misma; vivimos tiempos de subjetividad. La propia definición de Información nos habla de datos ordenados, cuyo aprovechamiento racional es la base del conocimiento y un recurso que otorga sentido a la realidad. Así que ahora, la realidad es interpretada por muchos y diversos actores. Ni que decir tiene que, antes y ahora, esa realidad elaborada contiene una moralidad implícita. La Moral se debate siempre en una lucha en la que solo puede quedar uno. Así ha sido tal vez hasta ahora, en que moralidades alternativas luchan por abrirse hueco y a veces lo consiguen, aunque solo sea por una mera cuestión comercial. Se juega más con la empatía, que con la verdad absoluta. Buscamos la verdad que mejor se adapte a nuestras condiciones sociales y personales. Por eso tienen éxito los foros de discusión (Ver el paradigmático caso de "Forocoches") Podría quedarse simplemente en eso y triunfar como el último recurso de control, reduciendo la necesidad de Información y Conocimiento a la banalidad de una mera opción  de consumo. Afortunadamente, hemos superado seguramente el punto de "no retorno"





Un mundo Nuevo_.

Como siempre, el futuro es fascinante. Las opciones son múltiples pero el desarrollo siempre suma. Ese posible futuro apocalíptico de una humanidad superada y devorada por sus criaturas tecnológicas es el histórico e hipócrita miedo a la universalización del conocimiento, porque entonces... ¿! Quién serviría los cócteles ¡?

Es cierto que el avance en la capacidad de computación y análisis, así como el desarrollo de las redes de comunicación, nos alientan a imaginar un futuro con un ente autosuficiente, un "Tesauro Universal Autónomo" (o T.U.A. ¡!) capaz por sí solo de generar modelos de pensamiento y más aún, mundos paralelos o alternativos!

¡Saber es poder!

lunes, 13 de octubre de 2014

Escritura AU-TO-MA-TI-CA __::__

Imposible, ya empiezo pensando. Intentando encontrar un hilo de Ariadna, que espero que sea el hilo conocido y apropiado. Ah! Conocía una Ariadna que no tenía nada de mítica pero si dejó algo de huella.
Salto. Otra oportunidad creativa. Llenar espacios con palabras por pura melancolía y soberbia, seguro de ser interesante y temblando cuando esa convicción deja de ser automática. Que no es automática, pues elijo y selecciono de entre mis pensamientos lo que tiene sentido y... Me aburro. Reflexión. Es difícil ser automático. Como una tostadora, un coche o una escalera. ¿Si borras has terminado? Temo desnudar mi vacío intelectual, el caos que ordenamos hacia afuera para no parecer limitados o absurdos. O simplemente la torpeza; porque si escribir es mostrarse a los demás hay en ello algo de narcisismo y exhibición y este ejercicio es un peligro para el disimulo... Si somos sinceros, sino... Llámalo estilo o moda literaria. Como esas películas de cine que simulan ser grabaciones espontáneas encontradas al azar, sin montaje, sin artificio... Pues ese puede ser un buen motivo para hacer esto: la Introspección; buceo en mi mismo y me abandono al resultado, funesto o no. Funesto para mí, claro. Mofa para otros, que nos gusta mucho pinchar.

Otro salto. No al vacío que hace frío. Esto podría ser DA DÁ. O NO. Voy engranando, me siento más cómodo. Todos deberíais probarlo. Refleja el espacio entre consciencias, ahora voy todo suelto. Repito y concibo una limitación. La PUNTUACIÓN. Establece límites y normas, obliga a la reflexión y el freno. No puedo parar o saltaré la regla principal. Será bueno comprobar el resultado final. Cuesta abajo y sin pasar a limpio. No decir nada es básico para esto. Lo importante es no parar. Como dicen en la Radio "miedo al vacío" Los escritores temen la página en blanco... Pues mírenme a mí! Sin complejo ninguno! Tirándome al oleaje cultural interior, a mi consciencia artística o charlatana. BLA BLA BLA. Es un corsé cultural que me sienta ridículo. Una convención establecida para seguir unas reglas. Para entendernos? Puede ser, pero cada regla arrastra
una condena, una limitación. Y la costumbre! Saltar sobre la cultura, ese dinosaurio fuente y (atasco, se acabó el automatismo...) Se teme pues la espontaneidad del individuo. Dicen que los niños son más artistas que los adultos por evitar ese proceso de socialización, que dice que una casa es un triángulo sobre un cuadrado. Y luego todos hacemos lo mismo. Y dejamos de ser uno para ser los demás. Pues son deliciosos esos concursos de dibujo entre pequeños de menos de 5 años. Colores y trazos brutales, expansivos y salientes. Reventando los papeles, arrugándolos por apasionados esbozos. Dejándote el alma sobre el lienzo, que me suena a Perales. Mermeladas y frutas. En casa.


El chorreo verborreico termina o eso adelanto. El fin es otra cadena, me organizo intentando no separar las manos del teclado. Pero termino diciendo que me acabo y me vacío, que no hay más, porque la costumbre sabe que aburriré al despistado que acceda.



RETAHÍLA QUE NO TEJE paso de puntos y comas y no termino porque me siento porcino, no sé que locura es esta pero agradece que
no te burle el tiempo. Agradece el mismo destino infame, refleja y plasma, que no es gerundio. Abrazo el término y solvento circunstancias. Si pedanteo, me alegro pues es ralo el palo.

Que me pasa con los pareados?

viernes, 6 de junio de 2014

Naúfrago en una postal

Naufragué contra la postal de una playa. Un paraíso
clavado a una pared desconchada, un mundo sujeto por una chincheta. Recorro esa playa de cuatricromía y salto de las palmeras al agua sin apenas sentir nada. Perdido en un recuerdo ficticio pero empático.

Si, aquí llegué arrastrado por la corriente que vino de una ventana cósmica. La escala de los mundos es distinta cada vez, por eso os cuento esto. En brazos de una tormenta, bandeado por las corrientes; volador pasivo y descontrolado. Mis patas encontraron esta ventana de color, artificio en papel brillo que como una brújula, marcó los polos de mi mundo. Un pasadizo hacia una paz momentánea, un descanso a la incertidumbre... Mi playa perfecta...

Si escarbara en la arena dorada aparecerían recuerdos que había enterrado, como si me levantara la piel y sacara mi verdadero yo. Parece como si la brisa viniera del mar trayendo al niño que perdió sus juguetes. Una cálida melancolía que abraza aunque no consuela. Falta el sol, la luz y el calor que reviente de vida esta ilusión. Que infle la perspectiva y engendre esa tercera dimensión para habitar aquí con garantías y poder tumbarme a la sombra de esas palmeras. Despertarme bañado en luz y perfumado por la brisa de un mar que respira, que juega a cogerme...



Quizás algún día, momento o vida, paseemos cogidos de la mano. Arrastraremos los pies, dibujando formas en la arena que quedarán ahí hasta el próximo sueño. Y oir tu risa mezclada en la brisa. Pero no hay mapa que pueda traerte hasta aquí, ni siquiera sé cómo llegué yo; hay un mar de oscuridad de camino.

viernes, 30 de mayo de 2014

Twitter y el bienestar otorgado

Lo más sencillo es callar. Es además la actitud consuetudinaria y, por tanto, la que se espera de nosotros, los que debemos trabajar para sobrevivir. Pero lo de callar, salvo por "estar más guapo", necesidad que tengo cubierta, casi nunca compensa. A los que nunca han querido cambiar hay que convencerlos de que vivirán más tranquilos si abren el monopolio de la buena vida, que vivir rodeados de gente desesperada sólo genera ansiedad y no hay Valium para tanta injusticia.


Sin embargo, al leer ese ágora moderna e íntima que es Twitter, podría pensarse que los indignados son los de arriba, los que azuzan el término "guerracivilismo" con pretensiones intimidatorias (si ganamos una, las ganaremos todas, deben de pensar o "la letra con sangre entra") Los que claman por la libertad de los mercados y temen la de los hombres. Los que legislan hasta la extenuación porque ven sinónimas la moral y la prohibición. Son estos, ellos, los que tienen miedo. ¿Cuál es el nivel de descontento que una sociedad puede tolerar sin caer en la injusticia? Parece ser un experimento interminable que cuenta con el respaldo del "gigantismo" de la sociedad ante la movilización. Las redes sociales han venido a paliar esa falta de agilidad en compartir y afrontar la indignación. Ése es, para el "statu quo", las élites o "la casta" su pecado original. Los intercambios de puntos de vista de cualquiera en política, no digamos ya en economía, es un radicalismo ya en sí mismo. No se acepta de buen grado. "Partidos del siglo", Mundiales o series de televisión no consiguen templar una realidad evidente: las diferencias entre pobres y ricos no paran de crecer. Al que vive en la inopia (nunca mejor dicho) su vecino le despierta. Los sentimientos primarios son contagiosos y ser razonable se vuelve cada día más inútil. Twitter despierta, potencia y enseña todo eso, ¡pero ojo! en todos los polos e ideologías. Es un cuestión meramente cuantitativa, el 1% de la población del planeta controla la mitad de toda la riqueza (OXFAM dixit)

Sin embargo, en muchas "democracias" se cuestiona la bondad de este foro. A pesar de resultar infinitamente menos costoso, parece incomodar más a los gobiernos que las propias protestas callejeras, seguramente porque hoy casi todas se gestan en él. Antes de Twitter, la sociedad civil tenía que organizarse en asociaciones sujetas al control público y con unas condiciones para legalizarse. Complicado, controlado y aislado. Complicado por la Burocracia, controlado por la Autoridad y aislado del resto de la población por la dificultad de darse a conocer entre personas no implicadas ya de por sí. Ahora, en vez de nombres hay "nicks" y las movilizaciones se convocan a nivel mundial. Movimientos como "Indignados" u "Ocuppy Wall street" se contagian y extienden, multiplicando su eficacia.

Avanzamos ahora por una segunda fase de reacción. Las fuerzas conservadoras de esa sociedad paralela mundial que forman las finanzas, buscan la manera de impedir esta corriente de información, esa "garganta profunda" del dolor y la necesidad mundiales. Es un ataque global. No soy economista pero resulta evidente que, a grosso modo, el sistema monetario se basa más en la deuda que en el dinero efectivo o el líquido. La deuda es el instrumento global que estas fuerzas reaccionarias utilizan para controlar lo que los Estados pueden "otorgar" a sus ciudadanos, el nivel de bienestar social imperante. Ahora, en pleno primer mundo, a los países del sur de Europa nos han cortado el grifo. Las primas de riesgo se dispararon incluso en países del G8 como Italia, que llegaron a doblar las de otros mucho más convulsos económicamente como Méjico o Perú. Estos dos últimos son paraísos para los grandes inversores mundiales pues queda mucho por hacer y grandes negocios como infraestructuras por realizar. La apuesta por Perú es innegable, tal vez por tener un amigo en una zona claramente "bolivariana", como dice nuestro "ex", Felipe González. En Twitter se expresa todo el mundo, no sólo deshauciados y despedidos, también economistas, abducidos o no, y personas que conocen de las gestiones de alto nivel; el nivel y calidad de la Información crece exponencialmente. Los Estados no ostentan el poder, lo gestionan en función de "tratados internacionales" y de la deuda que se les permita. Empieza a escapárseles de las manos toda esta información que destapa estrategias que poco tienen que ver con la democracia o la libertad y se cierne la amenaza, como en tiempos pretéritos, de tiempos revolucionarios. China, Rusia o Irán son conocidos por ejercer la censura y se les considera enemigos de internet, lo que no quita que los dos primeros sean superpotencias económicas. Quizá no sea tan de dominio público que países que se proclaman defensores o padres de la libertad, como EEUU o Reino Unido, la ejerzan también pero en la sombra, de manera engañosa (ver http://www.rsf-es.org/grandes-citas/dia-contra-censura-en-internet/, estudio de Reporteros sin fronteras) El panorama se ha enturbiado y el tiempo de las buenas palabras creo que ha pasado. No hablo de esa parte creciente de la sociedad cada vez más indignada con las mentiras del ultraliberalismo y dispuesta a luchar; hablo de los poderes establecidos, de esta democracia otorgada que vivimos y sus instrumentos autoritarios o represivos; hablo de diseño de políticas tanto económicas como sociales que generan el miedo a expresarse, miedo al hambre, miedo al paro y miedo a lo nuevo... Hablo de detener personas que chillan de rabia, que si la desesperación es delito que nos detengan a todos. Pero también a esos infames columnistas que desde medios que ya casi nadie lee, pero que cuentan con el apoyo de las élites, insultan, desprecian y menoscaban la libertad y a la ciudadanía en general, que libremente elige una opción política. Esos portavoces de la mentira de unos pocos y profesionales de la mediocridad y la pereza intelectual, estómagos agradecidos que en breve serán despreciados por incapaces. Debemos felicitarnos por la histeria de estos verduleros de salón porque parece que la herida se ha abierto y sangra abundantemente; el golpe ha sido certero.





Que sigan prohibiendo y censurando, que no suavicen sus posturas pensando en que son más fuertes porque acelerarán el cambio y el despertar de conciencias todavía dormidas.


martes, 11 de junio de 2013

Hacia el periodismo ciudadano

"En el principio fue la luz..."
Y después, ¡todos comentaron lo bien que quedaba!

Es inútil documentarse sobre cuando comienza la tradición oral, pues es connatural al hombre. El ser humano se hace tal cuando comienza a hablar, no a comunicarse, que eso también lo hacen los animales, sino a contarse cosas. Con la transmisión del conocimiento, surge la cultura. Y la cultura, por encima de todo, es lo que hace progresar al hombre.
Hoy día asumimos que un niño pequeño utilizaría una rueda -si la tuviera a mano- para arrastrar una carga o que un bidón se traslada mejor haciéndolo rodar. Hoy ponemos ruedas hasta en las sillas, pero no siempre existieron. Algún mesopotámico por el V milenio a.C. vio un tronco rodando e imaginó la rueda. Luego, los éxitos se copian y extienden rapidamente. Pero, ¿hasta ese momento? Sencillos problemas requerían de un gran esfuerzo.


De igual modo, aunque mucho más adelante en el desarrollo social humano, puede decirse de los Medios de Comunicación. Pueden citarse distintos casos pero parece que el primer noticiero impreso surge en Alemania en 1457 (17 años después de la Imprenta), el "Nuremberg Zeitung" y después, por Europa, circularon diversas ediciones de una hoja titulada "Descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón"; pero sin periodicidad establecida y sólo a propósito de sucesos concretos. Bien es cierto que mucho antes, en el siglo I, Julio César publicaba en el Foro el "Acta Diurna" con ordenanzas y asuntos de interés público. Los comienzos son difíciles de establecer porque es una necesidad, la de conocer lo que pasa a nuestro alrededor, intrínsecamente humana. La tradición oral busca perdurar con fiabilidad y pasa a ser escrita. Cuánto más grande va haciéndose el mundo, más crece la necesidad y el ámbito que debe cubrir esa información.


Hoy, en el siglo XXI, la criatura ha crecido tanto que se ha convertido en un monstruo difícil de parar. La Información se ha convertido en un producto mercantil y eso genera un RUIDO por exceso; las máquinas no pueden parar. Tenemos un exceso de información, un tumulto de puntos de vista y una "cháchara" de informaciones anodinas que enturbian lo que podría ser verdaderamente necesario. Y todo esto sin querer entrar en el poder que entraña la gestión de la información y su consiguiente manipulación.
A mi modo de ver , estamos en plena catarsis, vivimos un cambio de ciclo en general. A todo lo anterior, hay que añadir dos factores más: la especialización de una sociedad hipertecnológica y las redes sociales. Triunfan los canales y emisoras temáticos y las plataformas de información especializada; el papel ha muerto. Y la inocencia también. El criterio y prestigio de los Medios tradicionales está más en entredicho que nunca. "¡Televisión, manipulación!" es una consigna trasnochada porque ya la mayoría lo asume como una evidencia que no precisa denuncia. Las alcantarillas están llenas de mierda y el agua tiene que salir por algún sitio. Cada movimiento, cada agrupación activos socialmente dedican una parte de su esfuerzo a informar de lo que hacen y evitan ser caracterizados interesadamente por terceros. Cada uno de nosotros podemos informar de lo que hacemos y pensamos y ponerlo en común con casi todo el planeta de manera inmediata. Si esto no es una revolución... La revolución del periodismo ciudadano, que conlleva una autogestión civil. La sociedad madura y empieza a ver a las élites como obstáculos en el desarrollo social humano.














Es un camino largo y costoso pero creo que inevitable. Seguiré escuchando a amigos y desconocidos lo que vean y sientan, mientras los grandes popes de la Comunicación languidecen ante auditorios vacíos.