miércoles, 14 de enero de 2009

Dame un dato sensacional y tendrás un titular


Me divierte intuir lo que pensarán los pocos compañeros redactores que lleguen a leer esta crítica, siempre constructiva, teniendo en cuenta que proviene de un compañero cámara... reportero, pero cámara. Lo primero que me viene a la cabeza es esa sensación recurrente, ya citada en anteriores entradas, de estar en una clase tomando apuntes. Si, es cierto, hay que tomarlos para luego transmitir la información, pero estoy seguro de que funcionaría mejor si hubiera más debate y menos cosecha de datos y estadísticas. Recuerdo con claridad de mi época de estudiante a aquellos profesores idealistas que pretendían que copiáramos menos y participáramos más. Y también recuerdo que, aunque solían ser simpáticos, no eran los mejor recibidos. A todos nos gustaba o nos resultaba lo más práctico, tener unos buenos apuntes (en la facultad incluso se daba el tráfico y robo de los mismos). Al final, esas clases estimulantes y entretenidas suponían el esfuerzo extra de tener que buscar FUENTES ALTERNATIVAS para estudiar y completar el temario de la asignatura, que era el objetivo último del profesor. Ahora me parecen especialmente divertidos aquellos que, en un momento, llegaban a exclamar exasperados: "¡No hace falta que lo copien todo!"


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Ahora me entenderán mejor los que creían que iba con mala leche. Como siempre, en efecto, la premura de tiempo y el corsé a los que está sometida la información hoy en día, hacen muy difícil llegar al tronco por las ramas. Esta larga y nostálgica introducción viene al caso de otro despropósito informativo al que he acudido hoy. Por dos motivos: el primero y ya aburrido, la mala preparación de las ruedas de prensa y el segundo, el vicio adquirido de los periodistas por los datos y estadísticas, que además, destaquen por extraordinarios. Si bien es verdad que hay foros "informativos" que no aportan nada, este vicio conduce irremediablemente al sensacionalismo. El contexto de hoy ha sido la presentación de la Guía Consensuada de Salud en Adopción Internacional CORA 2008, dónde he terminado con la sensación de que se buscaba un titular sensacional pero terrorífico. Se ha llegado a mencionar, por la insistencia en preguntar por rankings (perdón por la palabreja), números y porcentajes, que un 60% de los niños adoptados sufrían graves problemas de salud y adaptación, dato que ha sido inmediatamente corregido por otros intervinientes y que ha levantado un murmullo de decepción y un descanso en el frenesí de los apuntes. Aunque esto último sea un poco exagerado por mi parte, late en el fondo de lo sucedido y es una tendencia real y peligrosa.


Por otro lado y con brevedad porque no me quiero repetir, parece mentira que en la sala donde se ha celebrado la rueda de prensa hubiera cuatro pantallas de plasma de 40 pulgadas por lo menos y ni un maldito distribuidoir de audio. Así que volvemos al numerito de los micros de un lado para otro y la pérdida de calidad en la información. También se ha vuelto a dar la falta de puesta en común de los criterios a exponer. ¡Chapucerillos!